top of page
  • infonetperu123

CRÓNICA TESTIMONIAL DE UN PERUANO DESDE MADRID

Actualizado: 22 jun 2020


Hoy es 18 de mayo, han pasado 66 días desde que España se declaró en estado de emergencia y se adoptaron medidas de confinamiento debido a la pandemia originada por el Covid 19. Carlos Rojas, peruano de nacimiento, tiene 35 años, de los cuales los últimos 15 años está viviendo en Madrid junto a su hermano. Tenía planes de visitar a su madre en Perú en mayo por el día de la madre, no la ha visto desde hace 4 años y anhelaba abrazarla, planes que se han visto arruinados luego de que se cerraran los vuelos internacionales por el desate de la pandemia. Nos cuenta que se encuentra sumamente triste y no ve la hora que de que todo vuelva a la normalidad para continuar trabajando por sus sueños, que fueron los que lo llevaron a estar lejos de su familia.

El 31 de enero se detectó el primer caso, Carlos nos comenta que al principio todos lo tomaban a la ligera y pensaban que era una simple gripe. A pesar de los datos cada vez más alarmantes que llegaban desde China e Italia, España se tardó en reaccionar y en percibir la magnitud de los contagios.

Carlos nos comenta que día a día veía que la situación empeoraba, que el número de contagiados aumentaba y que la gente entraba en pánico, llegando al punto de desabastecer los supermercados. Carlos y su hermano, tenían que turnarse para hacer las compras de productos de primera necesidad y que los precios de las mascarillas y el alcohol en gel estaba por los cielos.

Carlos Rojas y su hermano, Luis Rojas, ambos se dedican a la organización de eventos nocturnos para extranjeros en la ciudad de Madrid, rubro que se ha visto gravemente afectado y que no se reanudará incluso hasta el 2021. Debido a esta incertidumbre y a un futuro incierto, Carlos Rojas ha tenido que buscar una oportunidad para incursionar en otro rubro y reinventarse durante la cuarentena, por ahora subsiste gracias a su agencia de marketing que opera vía digital.

No todos corren la misma suerte ya que en España, más del 10% de los residentes son extranjeros, entre ellos inmigrantes, los que dependen de su trabajo diario y sin un contrato que los respalde. Con esta pandemia, muchos han dejado de trabajar y, por lo tanto, de percibir ingresos. A algunos de sus amigos de Carlos los despidieron, a otros los mantienen en espera, y otros que no tienen ningún trabajo ni manera de subsistir están esperando que las embajadas respondan con un vuelo humanitario que los regresen a sus países junto a sus familias.

Para el 25 de marzo, España bordeaba los 40 000 casos de coronavirus y sumaba más de 2600 muertes, Carlos nos comenta que en las noticias de los canales españoles se hablaba del colapso de los hospitales, situación que llevo al gobierno a habilitar hoteles para recibir a más pacientes.

Siendo 18 de mayo con 233 mil casos y más de 27 mil muertes, la situación es peor y todos permanecen en confinamiento. La rutina de Carlos no ha cambiado, sigue despertándose, dedicando unas horas a leer un poco, comer, echar una siesta, moverse desde la habitación a la cocina, de la cocina al comedor, dar una vuelta por el balcón, comer y volver a dormir. “Esto no es vivir”, nos comenta Carlos. Nos dice que no se escucha nada desde ahí, no hay autos, ni personas caminando, algunos días se escucha la música del vecino, pero es muy poco común. Hace una hora fue a hacer compras y pensaba cuando caminaba por las calles casi desoladas, cuando será el día que termine esta situación para poder abrazar nuevamente a su madre.


Diana Honores




16 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page