La situación de emergencia sanitaria generada por la pandemia de Covid-19 no solo ha representado un duro golpe para las grandes empresas, los pequeños empresarios, quienes muchos de ellos ven en sus bodegas su única fuente de ingresos, también han sentido el impacto del coronavirus.
Entrevistamos a la señora América Vera, propietaria de una bodega ubicada en la urbanización Monserrate - Trujillo, ella nos cuenta el impacto que ha causado la pandemia del COVID 19 en sus ventas, a pesar de ser un negocio que abastece de productos de primera necesidad, sus ventas han disminuido considerablemente.
La señora Vera se abastecía de productos en el mercado La Hermelinda, pero dada la coyuntura, ha optado por no arriesgarse a comprar en donde considera que es uno de los principales focos infecciosos. Por ello, prefiere hacer sus compras vía delivery a distribuidoras, ahorrándose tiempo y evitando exponerse al contagio.
Con respecto, al protocolo de atención, cuenta con todos los EPPs como mascarilla, guantes y protector facial. Solo atiende a las personas que van a comprar con mascarilla y al momento de hacer su cola tienen que respetar el distanciamiento social. Ella considera que es más fácil de conservar el metro de distancia afuera de una bodega en comparación a los pasadillos angostos de los supermercados y en lugar de tener contacto con 30 o 50 personas, se tendría sólo con 2 o 4 personas y se reduce considerablemente la probabilidad de contagio.
Los cambios en el hábito de compra de productos de primera necesidad han generado el surgimiento de nuevas plataformas que revolucionan los negocios de bodegas y proveedores. Por ello, la señora América nos comenta que ahora le realizan pedidos por WhatsApp, al principio era un poco complicado para ella, pero reconoce la importancia de adaptarse a las nuevas plataformas digitales.
Diana Honores Alvarado
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